Paro en la BUAP: Diálogo con autoridades no avanza y toma de Ciudad Universitaria continúa
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- 4 mar
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4 Marzo, 2025
PUEBLA, Pue.- El paro de actividades en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) sigue sin llegar a acuerdos, y las instalaciones de Ciudad Universitaria (CU) continúan tomadas por estudiantes. A pesar de los intentos de diálogo entre autoridades y estudiantes, las conversaciones no lograron avanzar, lo que ha provocado que el paro se mantenga de manera indefinida.
Incumplimiento de acuerdos y bloqueo al diálogo
El conflicto escaló después de que directivos de la BUAP acusaron a los estudiantes de incumplir los acuerdos de diálogo establecidos el lunes en una reunión bilateral en las afueras de CU. Según los responsables de la universidad, los estudiantes rechazaron las condiciones acordadas y se negaron a formalizar un pliego petitorio.
A pesar de la convocatoria de los estudiantes a una nueva asamblea para exponer sus demandas, la reunión no transcurrió en los términos esperados. Los estudiantes decidieron no entregar la lista de peticiones, argumentando que la universidad había incumplido los acuerdos previos, principalmente la presencia de la rectora Lilia Cedillo Ramírez. Ante esto, representantes de la BUAP, encabezados por Sergio Díaz Carranza, vocero de la Comisión Institucional de Diálogo, decidieron abandonar la asamblea.
Demandas estudiantiles y negativa a dialogar sin la rectora
Los estudiantes insistieron en que el diálogo no se llevará a cabo hasta que la rectora Lilia Cedillo se presente personalmente a atender sus demandas. Además, exigieron que las conversaciones sean abiertas a los medios de comunicación y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para asegurar transparencia en las negociaciones.
Dentro de sus peticiones, los estudiantes destacaron la solicitud de suspender las clases virtuales, ya que consideran que esta modalidad invisibiliza sus demandas. También pidieron garantías de que no habrá represalias contra los estudiantes que participan en la toma de instalaciones.
En su comunicado, los estudiantes acusaron a la universidad de no ofrecer los servicios básicos en Ciudad Universitaria, como agua potable y electricidad. También mencionaron que algunos miembros del movimiento han recibido amenazas, aunque no se ofrecieron más detalles sobre este asunto.
Estigmatización de la comunidad estudiantil y falta de acción ante demandas justas
A lo largo del conflicto, los estudiantes han señalado que la postura de las autoridades de la BUAP se ha centrado en estigmatizar a la comunidad estudiantil en lugar de atender de manera efectiva las demandas legítimas planteadas por los manifestantes. Se ha observado que, en lugar de buscar soluciones a los problemas que afectan a diversas facultades, la universidad ha optado por minimizar la protesta y descalificar a los estudiantes como "rebeldes" o "agresivos".
Este enfoque de criminalización ha generado un sentimiento de frustración entre los jóvenes, quienes aseguran que sus peticiones —como mejorar la infraestructura, dotar de equipos adecuados a las facultades y resolver los casos de violencia de género y acoso— son completamente válidas y deben ser escuchadas. Sin embargo, en lugar de abrir un espacio para una discusión abierta y constructiva, las autoridades de la BUAP han preferido recurrir a la presión y el silenciamiento, sin ofrecer respuestas concretas.
Además, los estudiantes advierten que las medidas de censura, como la implementación de clases virtuales, buscan aislar aún más a la comunidad estudiantil, desactivando las posibilidades de organización y acción colectiva. La rectora Lilia Cedillo y otros directivos de la universidad, según denuncian los jóvenes, no están mostrando la voluntad de escuchar y tomar en serio sus reclamos, lo que solo aumenta la brecha de desconfianza entre ambas partes.
Fracaso del diálogo bilateral y próxima intervención del Consejo Universitario
Tras el fallido intento de diálogo, Sergio Díaz Carranza, vocero de la BUAP, lamentó que las condiciones de la reunión se hubieran modificado unilateralmente por parte de los estudiantes. En su intervención, insistió en que la universidad está dispuesta a recibir formalmente el pliego petitorio de los estudiantes, pero aclaró que el comunicado leído por los estudiantes no puede considerarse una solicitud oficial.
El Consejo Universitario de la BUAP, como última instancia, se hará cargo del conflicto, y se espera que se reúnan para evaluar la situación y determinar el rumbo a seguir. Mientras tanto, la Comisión Institucional de Diálogo suspendió temporalmente sus actividades en el acceso 14 de Ciudad Universitaria, aunque se reanudará el miércoles.
La postura de la rectora y la situación actual
A pesar de las demandas de los estudiantes y la prolongación del paro, la rectora Lilia Cedillo Ramírez no se ha pronunciado públicamente sobre el desarrollo de las negociaciones. Sin embargo, en días recientes, la rectora había anunciado que se habían reforzado los esfuerzos de diálogo con la Facultad de Contaduría Pública, aunque no se especificó una fecha para el regreso a las clases presenciales.
El paro, que comenzó el 25 de febrero, tuvo su origen en la Facultad de Medicina, aunque desde esta semana esa unidad académica retomó las actividades. Sin embargo, otras facultades siguen apoyando el paro, lo que ha dejado en evidencia la creciente tensión entre la administración de la BUAP y los estudiantes.
El conflicto continúa sin una resolución clara, y la comunidad universitaria espera que las autoridades encuentren una salida pronta que permita retomar las actividades académicas sin afectar la integridad del diálogo y las demandas estudiantiles. Mientras tanto, la estigmatización y el aislamiento de los estudiantes sólo agravan la situación, haciendo más difícil una resolución justa para todos los involucrados.








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